
Emerald Repard Denniston ¡Cada vez que pinto me siento tan viva!
A Emerald la conocí en una residencia artística que compartimos en Zhujiajiao, en las afueras de Shanghai. En la primera fotografía mental que tengo de ella la veo atravesar la puerta de vidrio del café en la entrada del edificio en el que después vivimos: pequeñita, enérgica, de rasgos orientales, piel oscura, ojos vivaces, sonrisa amplia, flequillo, toda vestida de negro con pantalones cargo. Joven, jovencísima, cerca de sus 20, mochila en una mano, skate en la otra. Me dijo que se llamaba Emerald y que venía de Canadá. Pasaron algunos días que compartimos tratando de aterrizar en un nuevo planeta llamado China, explorando el barrio, viendo cómo comprar ingredientes para alimentarnos y saltar el muro virtual que impide asomarse a occidente para no perder contacto con nuestros países. Mientras tanto el invierno se iba de a poco y la residencia, que había estado cerrada durante el largo confinamiento shanghainés, se iba desempolvando.


Segunda fotografía: Emerald trabajaba en una serie de 10 pinturas al óleo pequeñas, de unos 30 x 35 cm. con una paleta fría, que iba de un verde vibrante a una gama de varios azules, con algunas notas cálidas. Muchas de ellas protagonizadas por dos personajes femeninos jóvenes. ”Esto me interesa”, pensé. Había algo en la vitalidad disconforme de su obra, en su forma enérgica de señalar la rareza del mundo sin caer en el pesimismo, que hizo que me siguiera interesando con el correr de los días. Más tarde supe que esta serie de obras eran una reinterpretación lésbica del mito chino de medio otoño asociado a la luna y protagonizado por Chang’e y su amada Hou Yi, y que el trabajo de Emerald suele interesarse por el universo queer y la diáspora de niñxs chinos dadxs en adopción por la política del hijx único en China, de la que ella formó parte.


A veces me pasa que mi mirada se desplaza por una superficie, un paisaje, incluso un grupo de gente y todo resulta un “fondo”, hasta que algo me atrae y me detengo, cuanto más tiempo quiero quedarme ahí, detenida, más encaja lo que encontré en la categoría de hallazgo, y éste no fue el único ni el principal en esta historia.
También me contó que además de venir a trabajar a la residencia, había vuelto a China por primera vez desde que nació y fue llevada a Canadá, adoptada por su actual familia. Uno de sus proyectos era viajar a su provincia natal a difundir la búsqueda de las familias de origen de lxs niñxs dados en adopción. Pocos días después de su partida, apareció un mensaje suyo en el chat grupal que teníamos contándonos que —mucho antes de lo que tenía previsto— había encontrado en un pueblo rural a su propia familia. Nosotrxs recibimos el hallazgo con enorme sorpresa, incomparable con la que fue para ella.
Le tomé estas fotos en su taller durante la residencia. Unos meses después de finalizada, hicimos esta entrevista virtual.
Emerald, acá va mi primera pregunta:¿Qué hace que te levantes de la cama a la mañana?
Saber que hay un desayuno que voy a tomar y un cielo que puedo mirar. Estuve saliendo a caminar por las mañanas y pintando mucho este último mes. ¡Cada vez que pinto me siento tan viva!
¿Cómo eras cuando eras chica? ¿Introvertida, curiosa? ¿Y cuál fue tu primer acercamiento al arte?
Era muy sociable y extrovertida cuando era chica. Siempre era el payaso de la clase y me distraía fácilmente. Recuerdo que no podía concentrarme, que me costaba un poco la matemática y las ciencias, pero siempre esperaba con ansias las clases de arte y educación física. Tuve buenos maestros en la escuela primaria que siempre nos proponían proyectos de arte divertidos y también hacía esculturas chiquitas de arcilla en casa en mi tiempo libre. Esto continuó hasta mis últimos años de secundaria, cuando todos estábamos tratando de averiguar qué queríamos hacer con nuestro futuro y a qué universidades queríamos postularnos. Fue entonces cuando comencé a hacer arte más intencionalmente para mi portfolio.



¿Cómo era el entorno en el que creciste?
Crecí en North Vancouver, Canadá, que está a unos 15-20 minutos en coche de la ciudad de Vancouver, rodeada de naturaleza, grandes árboles verdes y una montaña. Soy amante del aire libre; mi familia es activa y aún vive allí.
¿Cómo es la relación de tu familia con las artes?
Mi mamá asistió a la Universidad Emily Carr para estudiar diseño de interiores y después fue a la Universidad de Ryerson en Toronto para el mismo programa, ella fue una gran impulsora de que me dedicara al arte, vio mis habilidades creativas desde joven y me animó a seguirlas. Mi padre es ingeniero, con lo cual tiene una mente más analítica y es muy exitoso en lo que hace, es bueno en los negocios y nos enseñó a mi hermana y a mí a ser autosuficientes y a manejar bien el dinero. Creo que mi familia tiene una buena apreciación por las artes y le gusta conversar sobre el tema.

Hablemos de tus influencias: libros, películas, amigxs, pintoras, pintores y cualquier otra cosa que creas que haya sido una influencia para vos y tu trabajo.
Este verano estuve leyendo Queer Phenomenology, un libro que mi amigx Akash había comenzado a leer también. Me intrigó y me propuse la tarea de terminarlo antes de que termine el verano. Mientras pinto tengo conmigo el libro de notas y métodos artísticos de Hilma AF Klint, junto con un libro de discografía publicado por Anthony Cudahy. También me influencian pintores como Killion Huang, Salman Toor, Catherine Desroches, Amanda Ba, Shyama Golden, Ding Shilun… son demasiados para contar. La otra noche vi Our Love Story y Joy Ride y mientras estaba en nuestra residencia juntas, traté de ponerme al día con mis películas sáficas asiáticas de los 2000, incluyendo Blue y Love of my Life, The Chinese Botanist’s Daughter, Butterfly y Drifting Flowers. Este verano estuve pintando a mis amigxs Nina y Dee; hablamos mucho sobre los espacios queer de intimidad, las casas y la poética del amor.


¿Podés contarnos, para quienes no estén familiarizadxs, qué temas confluyen en tu trabajo?
Quiero hablar sobre la política tanto en las esferas privadas como públicas, crear espacios donde las experiencias corporales oscilen entre el dolor y el placer, entrelazando la realidad con lo onírico. Mi práctica mezcla mi intimidad autobiográfica con algunos gestos lúdicos cargados de simbolismo. Me influencian el realismo cínico, la pintura plana y la ilustración, y me interesa explorar temas relacionados con la representación, la narración diaspórica y la teoría queer. A través de mi trabajo trato de provocar una respuesta visceral a todo eso, obligando a los espectadores a participar en la contemplación del mundo contemporáneo.
Hablanos de tu técnica. ¿Es algo que te gusta cambiar? ¿Sentís que encontraste un medio con el que te sentís cómoda y que te permite expresarte?
Estoy tratando de jugar con la pintura, probando nuevas formas de cómo aplicarla y usando diferentes pinceladas y técnicas. Todavía estoy aprendiendo y no me consideraría una experta en el medio.
Trabajo principalmente en óleo y suelo cambiar mis paletas de colores según la temporada. Me obsesiono con algunos esquemas de color a la vez y me parece que últimamente estuve usando mucho verdes y azules. Trato de no quedarme atrapada en una sola forma de hacer las cosas.

Sé que también tenés un grupo de trabajo colectivo. ¿Podés contarnos sobre eso?
¡Sí! Comencé este colectivo con un amigo en 2021 cuando todavía estaba en mi licenciatura en la Universidad OCAD y sigo siendo parte de él desde entonces, organizando diferentes muestras y eventos comunitarios. The Shoes Off Collective es una comunidad para estudiantes y exalumnos de OCAD que se identifican como asiáticos para conectarse como amigxs y co-creadores a través del arte, el diseño, la identidad, la cultura, el activismo y temas sociales. Pasamos el rato juntxs, comemos juntxs, creamos juntxs y trabajamos para construir una red de creativxs, apoyarnos y estar conectadxs. Ha sido una gran parte de mi vida en los últimos años y estoy muy agradecida por las amistades duraderas y la comunidad que he hecho a través de este colectivo.
Conflicto entre la occidental interna y la oriental externa. Historia de un aislamiento. Video


Y acerca de los temas que te interesan ¿Te gustaría hablar más sobre la diáspora china en general y tu historia en particular?
Creo que todavía estoy procesando todo desde que volví a China.
Fui allá en busca de mi nacimiento y encontré a mi familia biológica. Conocí a más de 20 de ellos en Hengyang y pasamos 5 días completos juntxs. Había anhelado ese momento toda mi vida y la mayoría de mis preguntas fueron respondidas. Desde entonces estuve tratando de vivir de manera saludable el día a día… Siento que el tiempo pasó volando y ya pasaron 4 meses desde que los conocí. Mentalmente todavía estoy allá, a veces tengo destellos, momentos en los que revivo toda la experiencia de conocerlos y estar con ellos. Mantenemos contacto en un gran chat familiar en WeChat (red social china). Me envían fotos de comida, selfies y tiktoks chinos. Mi familia es muy sociable, feliz, amorosa. La experiencia de ser un adoptadx transracial chinx es compleja y desgarradora para todos lxs involucradxs. Fue muy bueno tener a The Nanchang Project (un grupo sin fines de lucro para apoyar a los adxptados en la búsqueda y conexión con otrxs adoptadxs similares) que me puso en un gran chat grupal con otros adoptadxs. Me siento muy apoyada por ellxs, por mis amigos y mi familia canadiense que me hacen sentir segura en tiempos de inestabilidad. Planeo volver para el Año Nuevo Chino el próximo año. Estoy procesando emociones e historias complejas, entendiendo y aprendiendo, y sabiendo que estoy sanando y mi familia está sanando.
